Un buen administrador fincas es la inversión más rentable que una comunidad puede hacer, siempre y cuando se elija a un equipo profesional capacitado y de fiar, que no se limite solo a gestionar algunos recibos y pagos, sino que ofrezca toda la asesoría necesaria en las situaciones ordinarias y extraordinarias que una comunidad debe afrontar.
Para encontrar al administrador de fincas ideal para una comunidad, el que permanecerá cerca durante muchos años solucionando problemas, es importante seguir estos consejos:
Avalado por el Colegio Oficial de Administrador Fincas
Porque esta es la mejor garantía de profesionalidad y de que tiene amplios conocimientos de los muchos temas que afectan a una comunidad. Y esta garantía se incrementa si, además, se dispone de una póliza de Responsabilidad Civil a favor de la comunidad.
Con conocimientos actualizados
Si un administrador de fincas no está al tanto de los últimos cambios en la legislación, que suelen ser numerosos, no conseguirá el máximo provecho para la comunidad. Además, esta actualización de sus conocimientos le permitirá añadir un beneficio extra, previendo las novedades en la legislación, siendo el primero en conocerlas cuando se publiquen, e informando con antelación a la comunidad para que sea la primera en beneficiarse.
Serio y mediador
En todas las comunidades surgen problemas y es importante para los vecinos contar con alguien que suavice los enfrentamientos y fomente el diálogo.
Un administrador de fincas serio está cuando se le necesita y se encarga de los problemas, liberando con ello de esa carga al presidente de la comunidad y a los demás propietarios.
Reduce los gastos
Tiene experiencia en negociar con los proveedores de servicios que necesita la comunidad, consiguiendo mejores precios que cualquier vecino inexperto y con poco tiempo para dedicarse a esto. Informa de las subvenciones que corresponden al hacer reformas y otras actuaciones, y controla que estas se ejecuten eficazmente y sin retrasos.
Se encarga de toda las gestiones
Un buen administrador de fincas lleva al día las cuentas, utiliza una cuenta independiente para cada comunidad, gestiona los pagos y los cobros, se encarga de convocar las juntas de acuerdo con el reglamento interno, solicita presupuestos de obras, y pone a disposición de la comunidad todo el asesoramiento que precise en relación con reformas, eficiencia energética (buscando el máximo ahorro), subvenciones y cualquier tema jurídico.